Concepto
Es una rama de la ciencia ecológica que trata el
estudio integral del fenómeno del parasitismo, las relaciones existentes entre
el parásito y el hospedador (dependencias metabólicas) y los factores
ambientales que influyen sobre esta comunidad.
HISTORIA
Aristóteles (384 – 322 A.C.) describió y
clasificó un grupo de gusanos (helmintos)
intestinales. Otros como Plinio el viejo y Galenoestudiaron
parásitos humanos y animales.
En la
edad Media el sabio Avicena elaboró en Persia un tratado
completo sobre helmintos y nematodos y métodos para combatirlos y curarlos.
Francesco Redi (1686) y
luego Lázaro
Spallanzani.(1729-1799) usaron
parásitos como evidencia para refutar la teoría de la generación espontánea. Desde
entonces cada parásito tiene su anécdota; a finales del siglo XIX, por ejemplo,
se descubrió la malaria y su vector.
Muchos
parasitólogos iniciaron observaciones al microscopio para descubrir distintos
protozoarios, pero realmente el primer protozoario de tipo parásito que se
observo fue por los doctores suizos Malmsten
(1857) y Stein (1862)
descubriendo Balantidiumcoli , que es uno de los protozoarios más
grandes y que habita en los intestinos del cerdo.
Seguramente las asociaciones
biológicas entre los seres vivos se iniciaron con la aparición de la vida misma
sobre el planeta Tierra al competir éstos por el espacio y
ponerse en contacto íntimo. Algunos autores señalan asociaciones parasitarias
encontradas en restos fósiles de foraminíferos (protozooscon concha calcárea) y algas marinas
con más de 530, 000,000 de años de antigüedad.
En la actualidad se sabe que hay más clases de organismo parásitos que no parásitos, ya que esta modalidad de asociación entre los seres vivos es una de las más exitosas. El hombre es huésped de cientos de especies de parásitos, sin contar a los virus, bacterias y hongos que en general las especies de éstos son también parásitos en su mayoría. Es difícil no encontrar ejemplares de parásitos cuando se examinan cuidadosamente animales silvestres, domésticos, o al mismo hombre.
La parasitología se inicia con el hallazgo de los parásitos por el hombre, hecho que tiene su origen en los tiempos más remotos y que se pierde en la bruma del pasado histórico de la humanidad, pero los descubrimientos a este respecto por los antiguos chinos, griegos, egipcios, persas, etc., han quedado consignados de tal manera que el estudiante actuales capaz de reconocerlos por el análisis de los manuscritos que dejaron para la posteridad, los adelantos que sobre los parásitos y enfermedades parasitarias se realizaron hace muchísimos años.
Los médicos chinos en la antigüedad, podían distinguir los cuadros clínicos del paludismo por el tipo de fiebre que observaron en: terciana, cuartana, estibotoñal y relacionarlas con el paludismo como lo hicieron griegos y romanos siglos más tarde. Entre los egipcios (papiro de Ebers, 1550 a J.C) se describe probablemente al gusano Taeniasaginata y se prescribe tratamiento para eliminarlo. Moisés entre los israelitas y después de haber recibido instrucción médica con los sacerdotes, dictó leyes sanitarias para proteger a su pueblo de plagas de insectos y de la carne de animales infectados con "piedras" (Cysticercuscellulosae, metacéstodo forma larvaria de Tenia solium).
Pero quizá el nacimiento real de la parasitología se inicia en la época de Leeuwenhoeck con el invento del microscopio.
En la actualidad se sabe que hay más clases de organismo parásitos que no parásitos, ya que esta modalidad de asociación entre los seres vivos es una de las más exitosas. El hombre es huésped de cientos de especies de parásitos, sin contar a los virus, bacterias y hongos que en general las especies de éstos son también parásitos en su mayoría. Es difícil no encontrar ejemplares de parásitos cuando se examinan cuidadosamente animales silvestres, domésticos, o al mismo hombre.
La parasitología se inicia con el hallazgo de los parásitos por el hombre, hecho que tiene su origen en los tiempos más remotos y que se pierde en la bruma del pasado histórico de la humanidad, pero los descubrimientos a este respecto por los antiguos chinos, griegos, egipcios, persas, etc., han quedado consignados de tal manera que el estudiante actuales capaz de reconocerlos por el análisis de los manuscritos que dejaron para la posteridad, los adelantos que sobre los parásitos y enfermedades parasitarias se realizaron hace muchísimos años.
Los médicos chinos en la antigüedad, podían distinguir los cuadros clínicos del paludismo por el tipo de fiebre que observaron en: terciana, cuartana, estibotoñal y relacionarlas con el paludismo como lo hicieron griegos y romanos siglos más tarde. Entre los egipcios (papiro de Ebers, 1550 a J.C) se describe probablemente al gusano Taeniasaginata y se prescribe tratamiento para eliminarlo. Moisés entre los israelitas y después de haber recibido instrucción médica con los sacerdotes, dictó leyes sanitarias para proteger a su pueblo de plagas de insectos y de la carne de animales infectados con "piedras" (Cysticercuscellulosae, metacéstodo forma larvaria de Tenia solium).
Pero quizá el nacimiento real de la parasitología se inicia en la época de Leeuwenhoeck con el invento del microscopio.
RAFAEL RANGEL
Fundador de la Parasitología en Venezuela, Rafael
Rangel nació en Betijoque, estado Trujillo, el 25 de abril de 1877. Se graduó
de Bachiller en Filosofía el 6 de agosto de 1896 en la Universidad del Zulia.
Realizó estudios de medicina en la Universidad Central de Venezuela entre 1896
y 1898. No completó el segundo año de la carrera, ni se graduó de médico; sin
embargo, el adiestramiento que tuvo en ese breve lapso de estudios, las
lecciones que recibió del doctor Santos Aníbal Dominici, en el Instituto
Pasteur de Caracas, donde fue su preparador y se familiarizó con la bacteriología
y la microbiología técnica, haber sido externo en la Cátedra de Clínica Médica,
dirigida también por el doctor Dominici en el Hospital Vargas y el desempeño
que tuvo como preparador en las cátedras del doctor José Gregorio Hernández,
entre el 16 de agosto de 1899 y el 1 de abril de 1903, quien le enseñó las
técnicas de la parasitología microscópica, la coloración de microbios, la
elaboración de medios de cultivo, y la inoculación de gérmenes patógenos en
animales de laboratorio, facultaron a Rangel para recibir el nombramiento, el
18 de febrero de 1902, de jefe del Laboratorio de Histología y Bacteriología
del Hospital Vargas, donde además de hacer los exámenes de rutina y ofrecer
soluciones terapéuticas, desarrolló una corta pero fructífera carrera de investigación.
Por sugerencia del doctor José Gregorio Hernández, una de las primeras líneas
de estudio seguidas por Rangel fue el estudio de la estructura y fisiología del
sistema nervioso. Su contribución de mayor impacto en la historia de la
medicina, consistió en el análisis sistemático y detallado -fundamentándose en
el estudio de casos- de la anquilostomiasis como causa de anemias graves en
poblaciones rurales. En las deyecciones de pacientes y en la mucosa intestinal
observó y el parásito Necatoramericanus y sus huevos. Esos hallazgos fueron
sumamente útiles para establecer el tratamiento de la enfermedad. A fines de
1904, en un viaje a los llanos logró establecer la causa de la
"derrengadera" o "peste boba" de los caballos al encontrar
organismos unicelulares oTripanosomas en
la sangre de animales afectados. Entre 1906 y 1907, cerca de Coro en el estado
Falcón, diagnosticó correctamente como ántrax una enfermedad bacteriana
conocida vulgarmente como el "grito de la cabra". En marzo de 1908,
se presentó en el puerto de La Guaira una enfermedad infecciosa con carácter
epidémico que produjo gran alarma en la colectividad porque se sospechaba que
se trataba de peste bubónica. Rangel fue llamado para que averiguara lo que
estaba pasando y como en un primer momento no logró aislar los agentes
etiológicos, declaró que los enfermos no estaban aquejados de tan temida
enfermedad. El regocijo de las autoridades sanitarias, reacias por las
consecuencias económicas a declarar una cuarentena y cerrar el puerto, duró poco.
En análisis sucesivos Rangel apreció, que efectivamente se trataba de un brote
de peste bubónica y que por retardar el diagnóstico, la epidemia había tomado
cuerpo causando defunciones que pudieron haberse evitado con las medidas
preventivas que debieron ser tomadas desde un comienzo. Ese error diagnóstico,
producto del apresuramiento, hizo que recayeran sobre Rangel acusaciones y
desagrados que se confabularon para crearle un antagonismo social y político,
que se acrecentó al perder la protección del Presidente Cipriano Castro, quien
se ausentó del país en noviembre de 1908. A Rangel le fue negada una solicitud
de beca para estudiar en Europa, sin defensa en el ámbito oficial, atacado por
aquellos que pretendieron ser sus amigos y perdida la paz de su laboratorio,
desarrolló una psicosis depresiva que lo condujo a suicidarse ingiriendo
cianuro en el laboratorio a su cargo en el Hospital Vargas. Un fin trágico que
sacudió el ambiente académico y la opinión pública, y que dio origen dos meses
después, a una obra de teatro titulada "Sombras", original de
Salustio González Rincones, escrita como un tributo a la amistad que existió
entre Rangel y la familia del escritor. La presentación tuvo lugar en el Teatro
Caracas, el 9 de octubre de 1909, ante una nutrida concurrencia. En el drama
que se desarrolla en cuatro actos, el autor justificó el suicidio de Rangel con
la actuación de personajes ficticios; pero obviamente con visos de realidad, a
quienes responsabilizó de las circunstancias que precedieron la fatal determinación.
Uno de esos personajes es un profesor de medicina que incrimina supuestamente
al doctor José Gregorio Hernández en un comportamiento hostil en contra de
Rangel. Sin embargo, una revisión ponderada de la relación entre Rangel y el
doctor Hernández denota que la expresión teatral es infundada y que estuvo
motivada por una distorsión de González Rincones. El doctor Hernández se ocupó
de Rangel a su llegada de Betijoque en 1896, e influyó de manera pública y
notoria, una vez que constató que éste poseía habilidades extraordinarias para
el trabajo en el laboratorio, en el proceso de selección para escoger a los
preparadores, de manera que lo designaran como asistente de sus cátedras. Esta
fue una recomendación atinente, porque Rangel se convirtió en un técnico de
primera bajo la influencia del doctor Hernández. Además, fue evidente en los
círculos académicos de la época, que las enseñanzas recibidas por Rangel de su
maestro fueron trasmitidas con esmero, de manera prolija y sin inconvenientes
en la cátedra y el laboratorio. Rangel siempre reconoció en el Doctor Hernández
un maestro, un apoyo y un estímulo. Prueba de ello fue que en 1904 le dedicó
uno de sus más connotados trabajos sobre el anquilostomo y en l906, siendo jefe
del Laboratorio del Hospital Vargas acudió a él para hacerle consultas sobre un
trabajo conjunto con A. MinguetLetteron sobre el carbunclo. El 1 de junio de
1973, la Cátedra y el Servicio de Psiquiatría del Hospital Vargas, convocaron a
un connotado grupo de médicos y psiquiatras, para discutir, basándose en una
charla del doctor Marcel Roche, las causas del suicidio de Rafael Rangel. Los
asistentes coincidieron en afirmar, que no obstante, la contribución que hizo a
la historia de la medicina, la cual lo califica como el fundador de la
Parasitología en Venezuela, Rangel sufría de una psicosis depresiva que por
factores políticos y sociales hizo crisis en los días que antecedieron su
trágica y prematura muerte.
DR. FÉLIX PIFANO
|
El Instituto de Medicina Tropical, sede reconocida no sólo en
Venezuela sino internacionalmente, fue fundado por el ilustre Dr. Félix
Pifano Capdevielle, quien posee una brillante trayectoría en la investigación
científica y en la docencia médica.
Félix Pifano nace en San Felipe, estado Yaracuy, el 1 de mayo de 1912. Es hijo de Carmelo Pifano, inmigrante italiano, quien fue comerciante para la firma Rizutti Hermanos y Josefina Capdevielle, nativa de Yaracuy, quien era hija de un comerciante francés, Domingo Capdevielle y Emilia Puyano. Desde niño, Félix Pifano mostró gran interés por el arte y por la naturaleza. Como dice su amigo Manuel Rodríguez Cárdenas en su escrito Félix Pifano y su Recuerdo, refiriéndose a las clases de piano que Pifano recibía: "A eso agregó lo suyo, lo que tenía por dentro. Y el resultado fue una habilidad excepcional para tocar al piano los viejos valses de la tierra..." El Dr. Félix Pifano ha sido un hombre influenciado por distintas culturas, con padre italiano, abuelo francés y madre venezolana. Desde niño tuvo la oportunidad de entrar en contacto con la cultura europea al visitar con su familia a Italia y conocer el pueblo natal de su padre.
Félix Pifano inicia sus estudios de primaria en el Colegio Padre
Delgado, culminándolos en la Escuela Montesinos, sede que tranca sus puertas
por orden del presidente de la República, y se ve obligado a cursar el
bachillerato en el Colegio La Salle de Barquisimeto. Félix Pifano en una
entrevista afirma: "tuve como profesor de biología al Hermano Atanasio,
quien representó para mí el hombre que ayudó a incorporarme al conocimiento
de las ciencias naturales". Debido a la influencia que ejerce sobre él
este profesor, realizó su tesis de bachillerato sobre el estudio de las
serpientes ponzoñosas del estado Yaracuy (1929), trabajo que quedó como contribución
en su tierra natal.
Una vez finalizado sus estudios de bachillerato viaja a Caracas para comenzar su carrera universitaria, pero en vista de que el General Juan Vicente Gómez cerró la Universidad Central de Venezuela, no ingresa ese año (1928) sino en 1929. Félix Pifano poseía un gran interés por la biología, pero para ese entonces esta carrera no existía y decide estudiar medicina. Para cumplir con sus sueños, comienza su labor docente en el año 1932 como profesor de Biología en el Liceo San José en Los Teques. Se gradúa el 27 de julio de 1935 a la edad de 23 años recordando con mucho orgullo que su título de Médico lo firmó el Ministro de Educación de ese momento, el Dr. Arturo Uslar Pietri. Debido a su gran pasión por su tierra natal y al gran interés en ayudar al prójimo, Pifano regresa a Yaracuy donde tiene el honor de trabajar junto al Dr. Enrique Tejera, fundador de la Cátedra de Medicina Tropical en febrero de 1926. Félix Pifano expresa en una entrevista realizada por el Dr. Pedro Navarro: "Comencé muy joven, a los 23 años, trabajando la medicina rural en mi estado Yaracuy, diagnosticando y tratando las enfermedades endémicas que llegaban a mi consulta. En eso pasé mi juventud, entusiasmado por el servicio a los necesitados y por las ganas de resolver la problemática de salud de los pacientes solicitantes". Es de esta forma como el ilustre Félix Pifano comienza a dar grandes aportes a la Medicina Tropical. Citando las palabras de su amigo Manuel Rodríguez Cárdenas, quien desde una visión externa describe la decisión de Félix Pifano de trabajar en Medicina Tropical, de la siguiente manera: "entre todas las ramas del saber, él escoge la que pasa más cerca del dolor de su pueblo, esa patología tropical que encierra el problema directo del hombre y de la mujer humilde, del campesino y su hijo, del rancho y la desnutrición, de la terrible angustia de morir sin remedio, sin asistencia, en manos de curanderos y brujos; el dolor, en fin, extenso y vasto, que Pifano comenzó a comprender en el contacto diario con las gentes humildes de su pueblo". Estando en llano adentro logró establecer la relación entre la enfermedad, el animal, el hombre y el medio ambiente, todos ellos en inevitable interacción. De esta forma sus investigaciones se inclinaron a ser más interpretativas que descriptivas realizando análisis ecológico, epidemiológico y clínico de las patologías. Como refiere el mismo Pifano en la entrevista, realizada por el Dr. Navarro: "Trabajando a brazo partido por los campos de Yaracuy, tratando leishmaniosis, tuberculosis, diarreas, parasitosis intestinales y paludismo que mataban a niños y a sus progenitores. El Dr. Arnoldo Cabaldón me invitó en 1938 a un viaje por Centro América para ver el trabajo de la Fundación Rockefeller en Costa Rica y los estudios que se realizaban en el Canal de Panamá, donde la gente moría de fiebre amarilla y apludismo. Permanecí durante varios meses en la región centro-americana y al regreso Gabaldón me propuso trabajar en Malariología del estado Yaracuy. Gabaldón era el director de Malariología de Venezuela y comandaba la lucha antimalárica en el país. Fui soldado de esa campaña para erradicar la endemia en Venezuela".
Félix Pifano en 1939, se desempeña como protozoólogo en el Instituto
Nacional de Higiene, trabajando en compañía del Dr. Martín Mayer con quien
funda en 1940 la Sección de investigación. Pifano afirma: "Con Mayer
aprendió la metodología científica, la disciplina técnica, el análisis
crítico, la claridad sintética y el rigor autocrítico".
Por su gran afán de transmitir sus conocimientos participa en el concurso de la Cátedra de Medicina Tropical en 1941 obteniendo el cargo y realizando su carrera docente universitaria hasta llegar a profesor titular (1941), sin abandonar sus estudios experimentales sobre aquellas enfermedades de alta incidencia en Venezuela. Junto con sus colaboradores realiza estudios clínicos, de laboratorio y de campo en las regiones selváticas y rurales del país, destacándose sus investigaciones sobre: enfermedad de Chagas, tripanosomiasis rangeli, leishmaniosis tegumentaria y visceral, amibiasis intestinal y hepática, esquitosomiasis, oncocercosis, micosis sistemáticas, carencias nutricionales y animales ponzoñosos. Félix Pifano, siempre consecuente, nunca paralizó sus actividades, pero durante la dictadura de Pérez Jiménez, por haber firmado un documento elaborado por Uslar Pietri donde reclamaba respeto por la autonomía universitaria, se va a México para cursar estudios en Cardiología, donde se consigue con varios exiliados políticos y aprovecha para intercambiar conocimientos y escribir varios documentos científicos. En la entrevista con el Dr. Navarro, Félix Pifano comenta: "Regresé a la caída de Pérez Jiménez y poco después se crea el Instituto de Medicina Tropical, durante el gobierno de Rómulo Betancourt. Organicé las cátedras del Instituto y fui a Brasil a establecer un convenio de intercambio con el profesor Carlos Da Silva Lacaz para enviar profesores de Medicina Tropical". Durante la década de los sesenta, estudió los parásitos causantes de la leishmaniosis tegumentaria en americana y propuso la existencia de dos complejos: el de Leishmaniabrasiliensis y el Leishmaniapifanoi. Las conclusiones que el obtuvo con estos estudios fueron publicadas en los Archivos Venezolanos de Medicina Tropical en 1960 bajo el título "Aspectos Inmunológicos de la Leishmania tegumentaria en la región neotrópica, con especial referencia a Venezuela". El emérito Félix Pifano, llevó una vida llena de logros tras duros esfuerzos, mereciendo un sin número de reconocimientos y condecoraciones. Las que más se destacan son las siguientes: laureado de la Academia Nacional de Medicina (París) por sus trabajos en epidemiología de las enfermedades de los países cálidos (1949); Orden del Libertador con el grado de Caballero(1953); Orden de Andrés Bello en su primera y segunda clase; Orden del Libertador con grado de Comendador (1970) y Condecoración 27 de junio en primera y segunda clase; Premio "Rafael Rangel" del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, CONICIT (1977) y Premio Nacional de Ciencia que otorga el CONICIT (1996). El Dr. Félix Pifano ha tenido una gran trayectoria no sólo en el aula, como muchos médicos lo recuerdan, sino también como investigador y como excelente persona. Con su gran esfuerzo y constancia ha registrado más de 200 trabajos científicos sobre enfermedades endémicas venezolanas y latinoamericanas. Como docente, ha formado 16.500 médicos con la esperanza que vean a su país con el amor y pasión como lo hizo él. Entre 1947 y 1990 dirigió el Instituto de Medicina Tropical de la Facultad de Medicina de la UCV y que actualmente lleva su nombre. Fue decano de esta Facultad entre 1944 y 1946. Félix Pifano es: Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina del Brasil, Miembro de la Academia de Ciencias de Brasil, Individuo en la Clase Correspondiente de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela, Miembro de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, Miembro del Comité de Expertos en Enfermedades Parasitarias de la OMS, Miembro de la Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene (Londres), Miembro del Comité Internacional de Leishmaniasis de la OMS, Miembro del Comité Internacional de Bilharziosis de la OMS y Miembro de la Sociedad Internacional de Dermatología Tropical. A sus 90 años, se encontraba delicado de salud pero tranquilo en su residencia, acompañado de su querida esposa doña Angelita Cordido de Pifano y de sus cuatro hijos: Edmundo, Hernán, Alicia y Emilia, quienes le han dado 10 nietos, el mayor de los cuales se llama Félix Pifano, en homenaje a su abuelo. En familia recordaba sus buenos tiempos y sus merecidas condecoraciones, teniendo fe en un futuro que según él, no estaba tan claro por la terrible situación que acoge al país actualmente. Sólo queda esperar que este gran ilustre venezolano toque muchos corazones e inspire a mucha gente para seguir de cerca sus pasos. Falleció el 8 de agosto de 2003. La Eternidad para el Maestro Pifano. |
JACINTO CONVIT
Hijo de
un inmigrante español de origen catalán nacionalizado venezolano
Francisco Convit y Martí y de madre venezolana Flora García Marrero, de
origen canario, nació
en la Parroquia La Pastora, Municipio Libertador de Caracas. Inició
sus estudios en el Liceo Caracas.
Cursó el
bachillerato en el Liceo Andrés
Bello, alumno destacado del gran maestro Rómulo
Gallegos en la
cátedra de Filosofía y Matemáticas, del que afirmó “Qué buenos recuerdos, un
profesor ejemplar de talante visionario”.
En 1932 ingresó a la escuela de
Medicina de la Universidad Central de Venezuela donde obtuvo el título de
Doctor en Ciencias Médicas en1938.
Una
invitación le cambiaría la vida y demarcaría su destino en el año 1937, el
doctor Martín Vegas conocido pionero en los estudios sobre la lepra dio a
conocer a Convit, la vieja casona de Cabo Blanco en el estado Vargas, la cual
albergaba a cientos de pacientes afectados por lacería o lepra.
En aquel
tiempo esta enfermedad era el causal del prejuicio más arraigado dentro de la
sociedad, a los leprosos se les encadenaba y eran custodiados por autoridades
policiales, imagen que definiría el carácter humano de Convit, quien ante tal
maltrato, exigió a los guardias un mejor proceder con los enfermos.
La
compasión y el querer por los pacientes no tuvieron límites en Jacinto Convit,
quien unió esfuerzos junto a seis médicos venezolanos y dos italianos, para
encontrar la cura a esta enfermedad.
Luego de
varias investigaciones con el único remedio empleado en estos pacientes, el
aceite de Chaulmoogra, pudieron comprobar que el compuesto de Sulfota y
Clofazimina podía fungir con gran efectividad en contra de este mal, lo que
conllevó el cierre de las conocidas leproserías donde los enfermos eran
encerrados y vejados en su condición humana.
En el año 1988, los
grandes avances en estudios epidemiológicos, le valieron una nominación2 al Premio Nobel de Medicina,
por el descubrimiento de la vacuna contra la lepra,2 la cual resultó de la
combinación de la vacuna de la tuberculosis con el bacilo Mycobacteriumleprae.
Un año antes de esta nominación, Convit recibió en España el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica
y Técnica.
28 Feb
2011 Es condecorado con La Legión de Honor, la más alta distinción honorífica
de la República Francesa.
En el 2011,2 a sus 98 años, lidera un
equipo que desarrolla en el Instituto de Biomedicina, una autovacuna contra el
cáncer de seno, estómago y colon, el procedimiento es basado en exploraciones
con inmunoterapia. En conjunto con especialistas de la Universidad Central de Venezuela es responsable de la
elaboración de este tratamiento experimental.
ARNOLDO
GABALDON
Arnoldo
Gabaldón nació en la ciudad andina de Trujillo, hijo de Joaquín Gabaldón y
Virginia Carrillo Márquez. Se graduó de pregrado en filosofía en 1928 y para 1930 obtuvo el doctorado en ciencias
médicas en la Universidad
Central de Venezuela.
Luego, en Hamburgo (Alemania) completó una especialidad en el Instituto de
Enfermedades Tropicales, viajando posteriormente en 1935 a Estados Unidos en calidad de becario de la Fundación
Rockefellerpara
obtener un doctorado de la Universidad
Johns Hopkins en ciencias de higiene con mención
especial en protozoología. De regreso a Venezuela es nombrado para presidir la
recién creada Dirección Especial de Malariología del Ministerio de Sanidad y
Asistencia Social, puesto que ocupó hasta 1950.
Bajo
la dirección de Gabaldón, Venezuela se convirtió en el primer estado que
organizó una campaña a escala nacional contra la malaria, mediante la utilización del DDT,
lo que conllevó a ser los primeros en alcanzar la erradicación de esa
enfermedad en una gran área de extensión de la zona tropical.
Gabaldón
había adquirido tal fama en su país que en 1951 fue uno de los candidatos a
sustituir al recién asesinado presidente de la República, Carlos
Delgado Chalbaud.
Continuó asesorando la Dirección General de Malariología hasta su jubilación en 1973.
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